Dicen que los amigos son la familia que uno escoge, la otra, te viene impuesta. Pues yo, a esta familia la escogí al completo, a todos, desde el más pequeño, que fue al primero que conocí, hasta los consortes que también son para comérselos.
Por diversas circunstancias, fueron llegando a mi vida para quedarse, porque son unos hermanos que aprendieron muy bien de sus padres, a compartir momentos de felicidad con sus amigos, y a estar también a las duras, por supuesto. Ellos, saben muy bien quienes son para mí, parte de muchos buenos ratos, de emociones compartidas, de sábados de empezar a tapear a mediodía, para terminar improvisando una cena donde fuese, de tardes de arreglar el mundo, de vivir intensamente vísperas y fiestas de guardar, muchas confidencias compartidas, de cantar, de reír y también llorar, y un sinfín de momentos vividos durante tantos años…
Desde aquí, les quiero agradecer su amistad, y espero que siga creciendo, a pesar de la distancia. Y también, quiero dedicar esta entrada a sus padres, porque ellos pusieron la semilla. A Manuel, por su bondad infinita, y a Rosario, por su particular forma de ser. Muchos tuvimos la suerte de probar sus platos, y siempre en Semana Santa, sus torrijas de chocolate tan ricas, las torrijas de MamiRo.
De este modo, seguimos con una receta de Cuaresma, esta vez dulce.
Necesitamos:
- Pan de torrijas, del pequeño
- Leche
- Cáscara de limón
- Canela en rama
- Huevos
- Chocolate de cobertura
- Naranja
- Azúcar
Para estas torrijas, lo mejor es utilizar pan del pequeño, así se pueden hacer mejor.

Éste, es el chocolate de cobertura.

Primero calentamos la leche con la piel de limón y la canela, no hace falta que hierva, y la dejamos enfriar un poco. Bañamos el pan en la leche, dejándolo reposar un rato.
En un recipiente, ponemos huevos batidos, y pasamos las torrijas por huevo y después las freímos en aceite.

Las dejamos enfriar, seguidamente ponemos el chocolate a calentar al Baño María, con cuidado de que el agua no salpique al chocolate, las vamos rebozando de chocolate y las ponemos en papel secante.


Así, quedan excelentes, muy ricas, pero la singularidad de la receta de MamiRo es que, antes de que el chocolate solidifique por completo, le añadimos unas tiritas de naranja confitada, y las dejamos secar.
La naranja confitada, la hacemos cortando tiritas de piel de naranja, muy finitas, y sin nada de la parte blanca de la piel. Las ponemos a cocer en agua con azúcar, hasta que caramelicen y listas, para aportar ese toque único a nuestras torrijas.
Vamos, para chuparse los dedos.

P.D. Solo me queda decir, que yo este año aun no he hecho torrijas, entre otras cosas, porque me gusta comprar los avíos en mi pueblo. Estas fotos las ha hecho mi Pre, cuando las ha hecho ella, espero probarlas, sino en esta remesa, en la siguiente, jajaja… Gracias Pre.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...