Así es como se llama, en mi pueblo, al cocido, sí, a los garbanzos con pringá, y esta es la receta que os cuento hoy. Porque, la verdad, en estos días de frío lo que apetece es un buen plato de cuchareo, ¿o no?
Además este plato no entraña mayor dificultad, más bien, lo importante, es usar buenos ingredientes, y conocer muy bien la olla a presión que usamos.
Antaño, hacer un guiso de legumbres era algo muy latoso, porque requieren de mucho tiempo de cocción, pero hoy en día, con las ollas a presión, este tiempo se reduce bastante, lo cual supone una gran evolución. Sobre todo, con la vida de carreras que llevamos hoy en día. Con esto, solo quiero animaros a que las introduzcáis en vuestra dieta, son recomendables, al menos, una vez a la semana, y hay muchas formas de elaborarlas para que sean muy apetecibles. Y si no os gustan las ollas a presión, también hay en el mercado legumbres cocidas, que te pueden sacar de más de un apuro.
En fin… vamos a necesitar:
- 1 vaso de garbanzos
- 1/2 vaso de chícharos
- 1 trozo de calabaza
- 1/4 Kg de habichuelas
- 2 cucharadas de pimentón
- Chorizo
- Morcilla
- Tocino
- 1 trozo de carne de cerdo o ternera
En primer lugar, la noche antes, ponemos las legumbres en remojo, bien cubiertas de agua. Deben estar, al menos, 12 horas.
Las enjuagamos y las echamos a la olla.
Echamos la carne, tocino, morcilla, chorizo, y el pimentón.
Cortamos las habichuelas y la calabaza, en trozos, y la añadimos también. Yo suelo usar el cestillo de la olla, porque la calabaza, una vez terminado el guiso, la paso por la batidora, y la añado al caldo para que espese un poco.
Después ponemos agua hasta cubrir y tapamos la olla. Ponemos al fuego y una vez que empiece a pitar la válvula, la dejaremos entre 45-60 minutos, según sea nuestra olla de rápida. Una vez terminado el tiempo, destapamos, con mucho cuidado y ya tenemos lista la comida.
A mí, me gusta hacerlo para el dia siguiente, siempre queda más bueno, pero eso ya es cuestion de gustos.
Y esto que véis, es la pringá del cocido, que normalmente se toma como segundo plato. Se llama así, porque se come con los dedos y se pringa ayudándose del pan, se hace picando muy bien la carne, chorizo, morcilla y tocino, y es lo mejor del cocido, para chuparse los dedos…