Hace mucho tiempo que no publico nada, pero hoy, ante las noticias que nos llegan de USA, me apetecía deciros que SOY PROGRESISTA.
Ayer amanecimos con una noticia triste, en Estados Unidos, va a gobernar Donald Trump, y la verdad, que no sabemos si algo cambiará para nosotros, los españoles y europeos. Si nos afectará o no este cambio, pero si es cierto que, al menos, su campaña no ha dejado duda sobre lo que piensa este señor y sus propósitos.
Ha generado una gran controversia con sus propuestas sobre inmigración, ha sido polémica tras polémica, en una campaña populista, incluso detestada por los miembros de su partido. Ha vertido opiniones sobre mujeres, muy deleznables, atacando siempre a bocajarro, y lo peor de todo, está a favor del uso de armas!!!
Pues, a pesar de todo, ahora mismo es Presidente Electo, esperemos que los propios de su partido apacigüen esa sarta de despropósitos que ha proclamado en Campaña.
Dicen los medios, que no es que Hillary Clinton fuera la mejor opción, pero, al menos, en mi modesta opinión, es una señora que lleva toda su vida en política, que se ha preparado para serlo (es Licenciada en Derecho, por la Universidad de Yale), y tiene un bagaje que le ha llevado a ser la primera mujer candidata a ser presidenta de los ESTADOS UNIDOS, que no es poco.
De todas formas, hay que seguir apostando por otro mundo mejor, es necesario, y como me ha dicho una amiga: «la vida da tantas vueltas…»
Y esta tarde que hemos empezado en la Biblioteca el Proyecto de Lectura, me he encontrado con algo que me ha gustado muchísimo, y es lo que quería compartir.
En una breve biografía, escrita por él mismo, Antonio Muñoz Molina, dice:
«Políticamente, soy un socialdemócrata: defiendo la instrucción pública y la sanidad pública, el respeto escrupuloso de la legalidad democrática, la igualdad de hombres y mujeres, el derecho de cada uno a elegir su forma de vivir y si es preciso de morir dentro de la conciencia de nuestra responsabilidad como ciudadanos. Derechos sin responsabilidades son privilegios; un derecho individual beneficia a la comunidad; un privilegio siempre se ejerce a costa de alguien. Ser progresista no es defender a rajatabla al grupo al que uno pertenece sino vindicar como propias las causas singulares de quienes en principio no son como nosotros. Un progresista, aunque sea hombre, es feminista; aunque sea heterosexual, defiende con vigor el respeto a la condición y la igualdad jurídica de los homosexuales; un progresista se rebela contra el sufrimiento innecesario de los animales y contra el despilfarro de los bienes ambientales que son de todos, también de las generaciones futuras.»
Y yo, me he sentido totalmente identificada con esta definición. Sí, SOY PROGRESISTA, y deseo que el mundo vaya a mejor. Y creo firmemente que si cada uno pone su granito de arena, todo es posible. Sin los libros, la música, el arte, la gastronomía, el cine,… En definitiva, la CULTURA, no será posible.
No seas indiferente, no seas ignorante. Hay que ser progresista.