Si pensamos en una receta de Cuaresma, la primera que se nos viene a la cabeza es, sin duda, las tortillitas de bacalao.
Es una receta exquisita, que creo que le gusta a casi todo el mundo, y como veréis, es sencillita. Yo las hago, como las hacia mi madre, mi abuela…. Y os voy a poner cantidades, pero son mas bien orientativas, porque estas recetas tradicionalmente se han hecho siempre «a ojo».
Necesitamos:
- 150 gr de migas de bacalao
- 200 gr de harina
- 200 ml de agua tibia
- 1/2 sobre de levadura
- 3 dientes de ajo muy picaditos
- Perejil fresco
- Unas hebras de azafrán
Lo primero que tenemos que hacer es desalar el bacalao, lo ponemos en remojo, por lo menos, 12 horas antes de hacerlas y cambiándole el agua, unas dos veces. Lo sacamos, lo ponemos en agua de nuevo, le damos un hervor y tiramos el agua.
En un bol, ponemos la harina, la levadura, el ajito, muy picadito, perejil fresco y unas hebras de azafrán. Os recomiendo que el perejil sea fresco, y el azafrán, siempre en hebras, le da mejor gusto.
Lo mezclamos todo y añadimos el bacalao, picado a gusto, a mí me gusta que se note el bacalao, y hay a quien le gusta más picado.
Mezclamos y vamos añadiendo el agua, poco a poco, hasta que se forme una pasta. Aquí entra el «ojo» pues según la consistencia que coja, tendremos que añadir más agua o mas harina.
Tapamos la masa con un paño y la dejamos reposar un rato, antes de freírlas.
Ponemos aceite de oliva a calentar en un perol, y con una cuchara vamos cogiendo la masa, la echamos con cuidado y se fríen. Las doramos, y las sacamos en papel, para que suelten el aceite sobrante.
Y ya podemos comer unas ricas Tortillitas de Bacalao, espero que las hagáis y me contéis. O si las hacéis de otra forma, contádme.